Por Ismael Goñi y José Ignacio Salazar
En el marco de la conferencia final de las jornadas “Modelo extractivista, fondos mineros y universidad” organizada por la UNRC Pérez Esquivel se pronunció sobre el debate en torno a la minería. También se refirió a temas como el juicio político al juez Baltasar Garzón, la ley antiterrorista y envió un mensaje de aliento a la juventud.
A sus
80 años parece estar en la plenitud de su vida como intelectual, responde a
cada pregunta con el entusiasmo de alguien que lucha por el futuro, como si los
años sobre su espalda, los golpes que recibió durante su vida y los caminos
recorridos durante su brillante carrera no pesaran nada.
¿Cómo evalúa la reacción del gobierno
nacional ante situaciones conflictivas, como lo fue la represión a los ambientalistas residentes en las zonas
mineras del país?
El
gobierno nacional no reaccionó. Miró para otro lado como también lo hace con
los pueblos indígenas, con la cuestión de la minería contaminante y muchos
asuntos más; porque el mismo gobierno es parte de todo esto.
Usted manifestó en otra oportunidad que aún
falta mucho para poder hablar del cumplimiento pleno de los derechos humanos.
¿Por qué cree que es así?
Porque
tenemos que hablar del derecho de los pueblos. Los derechos humanos no se deben
acotar al período del ´76 al ´83, deben ser integrales. Los derechos humanos
también tienen que ver con la tierra, con la educación, con la salud, es decir,
con el derecho de los pueblos. Desde esa perspectiva deben ser integrales.
Hablando sobre el caso del juez Baltasar
Garzón en España, usted escribió una carta a la suprema corte de justicia
española. ¿Recibió algún tipo de respuesta?
No. Hay
jueces que son cómplices del franquismo. Lo que trataron de hacer fue silenciar al juez Garzón cuando
quiso investigar los crímenes de lesa humanidad que se cometieron durante el
franquismo.
¿Qué opinión le merece el cruce verbal y las
denuncias que enmarcan al conflicto de Malvinas?
Se
cumplen treinta años de la guerra y esto lógicamente está generando
efervescencia, creo que hay una marcada actividad política hacia el conflicto,
aunque creo también que hubo mucho fuego de artificio. Después de junio esto se
va a ir calmando. Con lo que hay que seguir es con las negociaciones para que
los dos países puedan sentarse y buscar una solución al problema de Malvinas.
¿Cree que hoy la Argentina ejerce su
soberanía de manera plena e integral?
Creo
que se ha vendido el territorio nacional. Estamos peleando por las Malvinas, si
bien es cierto que hay que recuperarlas también hay que mejorar en otros
aspectos. Yo acabo de publicar una nota diciendo “las Malvinas son argentinas.
Pero la Argentina también”. Nosotros no somos dueños ni del petróleo, ni del
gas, ni de los minerales, ni del perro ni del gato.
¿Cuál es su opinión sobre la relación de
dependencia del ser humano – técnica?
Nosotros
pensábamos que la ciencia y la técnica iban a estar al servicio del bien de los
pueblos y terminamos siendo dominados por la técnica. ¿Qué pasó con el ser
humano? Nosotros perdimos el ritmo natural, estamos dominados por el tiempo
mecánico. Esto ha llevado a la aceleración del tiempo, vivimos apurados, se han
alterado los ritmos. Y esto lleva a la aceleración del pensamiento. Terminamos
siendo esclavos de la tecnología.
¿Esto se relaciona de alguna manera con el
tema de la minería?
Sin
duda. Las empresas mineras utilizan la última tecnología para ganar más dinero
en menos tiempo y destrozan nuestros recursos naturales. La megaminería, los
agrotóxicos, los monocultivos tienen como concepto de desarrollo la
explotación. Debemos cambiar el pensamiento para luego cambiar la realidad.
¿Cuál es el desafío de las universidades?
Es la
conciencia crítica como práctica de la libertad. La universidad tiene la
posibilidad de abrir esas puertas. Tenemos que tener un pensamiento integrador
y de valores, tenemos que liberarnos y compartir. Hay dos cosas que compartir: el pan y la
libertad, si no tenemos esa capacidad no podemos amar.
¿Cree que es contradictorio que el gobierno
nacional se diga progresista, se diga que hizo tanto por los derechos humanos y
por otro lado impulse la ley antiterrorista?
Es
totalmente contradictorio. Los derechos humanos del gobierno comprenden sólo
desde el ´76 al ´83. Pero sanciona una ley antiterrorista presionado por el
GAFI (N del R: Grupo de Acción Financiera Internacional) para asegurar las
inversiones, y se va a aplicar contra reacciones frente al paso de la
megaminería, a los problemas de tierras a las inversiones extranjeras y bueno,
eso es una aberración total y absoluta. Creo que la ley antiterrorista es como
las leyes de punto final y obediencia debida.
¿Cómo ve a la juventud hoy en día?
La
juventud de hoy es como la juventud de siempre, con sus luces y sombras, tiene
cosas positivas y cosas negativas. Lo que siempre nos muestran es una imagen
negativa de la juventud. No muestran a los que hacen, a los que se preocupan, a
los que luchan, eso lamentablemente no es noticia. Las buenas noticias para los
medios no son noticia.
¿Transmite esperanzas la juventud de hoy?
Siempre.
Cuando éramos jóvenes teníamos esperanzas y luchábamos por eso. Ustedes son
jóvenes y también luchan por cambiar esto, por tener una vida mejor y más
digna. Pongamos un ejemplo: podemos tener un coche de último modelo y cero
kilómetro, pero si no le ponés gasolina no funciona. Esa gasolina es la
esperanza que pone en funcionamiento todo.
Si tuviera que recomendar algún libro, alguna
obra suya ¿qué les recomendaría a los jóvenes?
Hay
mucho, no hay una sola cosa, hay muchísimos autores. Creo que tendrían que
buscar algo que marque valores. Porque hoy en día es tal el borbotón, las cosas sin valores, que hay
que buscar valores que identifiquen un sentido de vida.
¿Se considera un referente para los jóvenes?
Buen reportaje.
ResponderEliminarYo conocí a APE en plena dictadura, poco después del Nobel. Vino a dar unas charlas a un salón parroquial, porque no nos animábamos a llevarlo a una sala sin protección institucional (aunque la Iglesia tuvo algunas agachadas por esos años).
Llamaba la atención el ambiente pesado, casi culposo por lo secreto, por hacer algo que sabíamos que no era bien visto por las autoridades militares.
Él siempre decía que le alegraba que sus conferencias esten llenas parapoliciales y milicos disfrazados de civiles, porque les daba la oportunidad de pensar que otro mundo es posible, y no solo el de la opresión y la violencia.
Suerte chicos.
Daniel.